¡Ha llegado el verano! Y esta es la época principal de cosecha de uno de los reyes de la huerta: el tomate. Se trata de una de las hortalizas más consumidas por la población y también de las primeras que se valoran a la hora de elegir qué plantar en los huertos urbanos.
Pero, además de popular, el cultivo de tomates también es exigente porque necesita una serie de cuidados para dotar a la plantación de todos los nutrientes necesarios para desarrollar sus frutos, así como para evitar la invasión de plagas que puedan echar a perder la cosecha. Si quieres conseguir unos frutos estupendos, hoy te damos unos consejos para cultivar tomates en un huerto urbano. ¡Sigue leyendo!
Abonado y fertilización
Lo primero que debes tener en cuenta es que debes realizar la siembra entre los meses de marzo y mayo. Para ello, es conveniente que emplees un envase especial, para tener bajo control el proceso de germinación.
Más adelante, cuando la planta haya adquirido el tamaño y fuerza suficiente, llega el momento de trasladarla al huerto. Hay que tener en cuenta que los tomates consumen una gran cantidad de nutrientes, por lo que requieren un terreno fértil y bien trabajado. Para conseguirlo, es fundamental que abones tu parcela antes de realizar el trasplante.
El entutorado
Las tomateras suelen ser bastante endebles, por lo que tienen dificultades para soportar el peso de los frutos y será fundamental sujetar sus tallos. La técnica consiste en establecer unas varas a ambos lados del marco de plantación unidas por unas cuerdas o fibras sobre las que se sostendrán las plantas.
Prevención ante las plagas
El cuidado de los tomates durante su cultivo es fundamental, dada su propensión a padecer plagas, como la de la araña roja, la mosca blanca o el pulgón y las posibilidades de ataque de los hongos. Para cultivar tomates, en verano, será suficiente con utilizar insecticidas, preferiblemente ecológicos, para combatir las plagas, ya que en los climas secos no es necesario el empleo de fungicidas.
El riego
Para que la planta continúe su proceso de crecimiento y evitar que las altas temperaturas estropeen sus frutos, es importante controlar el riego. Debes tener mucho cuidado de que no sea excesivo y pueda estropear la cosecha. La mejor opción es apostar por un sistema de goteo, que además de controlar la cantidad de agua necesaria para los tomates, también facilita su absorción por parte de las plantas y evita la aparición de hongos.
La poda
Ten en cuenta que los nutrientes se reparten alrededor de toda la planta, por lo que es fundamental que realices una poda de los tallos y brotes que emergen por las hojas. Para que los tomates reciban un aporte energético mayor, lo ideal es realizar esta tarea de forma semanal. Así conseguirás unos frutos de mayor calidad.
Cuidado con las malas hierbas
En relación con lo anterior, debes tener cuidado con la aparición de hierbas alrededor de tus tomates que puedan adquirir parte de los nutrientes destinados a tu plantación. Para ello, puedes poner una malla en el terreno de cultivo. Además, también tienes la opción de retirarlas de forma sencilla con alguna herramienta o incluso con las manos.
La recolecta
Dependiendo de la variedad de tomate que hayas plantado, la época de recolección se puede retrasar unas semanas, pero en general, ya podrás disfrutar de tus frutos a partir de junio. Lo idóneo es que empieces a recolectarlos cuando adquieran un color entre el verde y el rojo para que terminen de madurar en tu hogar y estén en el punto perfecto.
¿Y después de cultivar tomates?
Debido al gran aporte de abono que requiere esta plantación y la exigencia a la que somete al terreno, conviene optar por plantaciones de legumbres, como la soja o las lentejas, para tratar de restaurar la cantidad de nutrientes necesaria.
¿Quieres plantar tomates en tu propio huerto? Ahora ya sabes todos los cuidados que debes tener en cuenta y desde Huertos Montemarid podemos ofrecerte una parcela para adentrarte en el mundo del cultivo. Si tienes alguna duda o necesitas que te asesoremos en tus primeros pasos, puedes venir a visitarnos. Estaremos encantados de ayudarte.
¡Suerte con la cosecha!