¿Quieres que los cultivos de tu huerto estén fuertes y saludables? El empleo de abono orgánico ayuda a incrementar la fertilidad de la tierra de una forma económica a la par que comprometida con el cuidado del planeta. Aunque en la actualidad existe una amplia gama de fertilizantes a base de ingredientes 100% naturales, otra opción muy viable es elaborar tu propio abono. Te contamos por qué deberías animarte.
Los peligros de los fertilizantes químicos
El principal problema de los abonos sintéticos es la contribución al cambio climático. Sus componentes químicos provocan contaminación en los suelos y en las aguas, debido al efecto de las lluvias. Por otra parte, al tratarse de una composición altamente concentrada, afecta a la calidad del terreno y a su acidificación, causando desequilibrios en el pH del suelo que generan un efecto perjudicial en las plantas.
Ventajas del abono orgánico
Como contrapunto, la elaboración casera de un fertilizante tiene múltiples beneficios, entre los que destaca la contribución al cuidado del medioambiente, pero también las ventajas sobre el espacio de cultivo. Con el empleo de ingredientes naturales se favorece la actividad microbiana del terreno, así como la absorción de nutrientes, gracias a los oligoelementos que contienen los desechos empleados.
Además, cuando elaboramos nuestro propio abono no solo reducimos la cantidad de basura generada en nuestro hogar, sino que también desciende el gasto en fertilizantes. Y como sabemos que puede parecer una tarea un poco compleja, te facilitamos los pasos con los que podrás conseguir un fertilizante perfecto para tus cultivos. ¡Apunta!
Prepara tu abono orgánico paso a paso
Lo primero que tienes que hacer es elegir el recipiente en el que elaborarás tu fertilizante. Se recomienda emplear un compostador con una profundidad aproximada de un metro, aunque esto variará en función de la cantidad de producto que quieras generar. Otra opción es hacer un agujero en el jardín, pero deberás cubrirlo con una malla para evitar que la lluvia estropee la mezcla.
Después, debes añadir unos cinco dedos de tierra, sobre la que verterás los residuos para, a continuación, cubrirlos con un poco más de tierra. Al seleccionar los desechos es recomendable evitar lácteos, aceites, restos animales y sustancias químicas. Algunos de los productos orgánicos que mejor funcionan son las pieles de plátano, las cáscaras de huevo, el vinagre de manzana, los posos de café o los germinados de lentejas. Por otra parte, el césped o las malas hierbas también son buenos aliados para preparar un abono fértil y nutritivo.
A medida que pasen las semanas, deberás ir comprobando con frecuencia la evolución de la mezcla y removerla para que se airee. Además, si te encuentras en un clima seco, conviene que humedezcas la composición con un poco de agua. Durante la descomposición, empezarán a aparecer moscas de la fruta, gusanos y todo tipo de insectos, lo que indica que todo va sobre ruedas.
En general, el proceso suele tardar entre dos y cinco meses, dependiendo de la estación en la que empecemos, ya que el calor acelera el proceso. Tu abono estará listo cuando tenga un aspecto marrón oscuro y esponjoso y su olor se asemeje al de la tierra mojada, señal de que los materiales se han descompuesto por completo.
¡Ahora te toca a ti!
Seguro que con estos consejos consigues preparar el fertilizante perfecto para todos tus cultivos. Eso sí, recuerda que debes utilizar una cantidad moderada, acorde con las necesidades de cada planta. De esta forma, podrás disfrutar de un huerto completamente ecológico y de unas cosechas mucho más sanas y fuertes.
Y si te apetece lanzarte al mundo del cultivo pero no tienes espacio para hacerlo, desde Huertos Montemadrid podemos ofrecerte una parcela. Además, si te surge alguna duda también puedes contactar con nosotros o venir a visitarnos. Nos encantará ayudarte en tus primeros pasos.
¡Te esperamos!