¿Sabes cómo regar tu huerto urbano de manera sostenible este verano?

Cuidar el planeta y a las generaciones futuras está a la orden del día en todos los aspectos de nuestra rutina y eso incluye también la manera en la que regamos nuestros huertos urbanos. Desde Huertos Montemadrid queremos aprovechar el post de este mes para ofrecerte algunos consejos con los que ayudarte a seguir la ruta sostenible este verano, es decir, para ser capaces de utilizar el agua en cantidad y calidad suficientes para respetar las vidas futuras.

Desde el pasado 3 de julio, la canícula ya está aquí y con estos calores es interesante saber cómo tenemos que administrar las dosis de riego de nuestras queridas plantas para que estas y el planeta estén felices, sin desperdiciar el bien tan preciado que es el agua.  

 

Si estamos en el huerto debemos comprender que no todas las plantas tienen las mismas necesidades y no podemos comparar la cantidad de agua que debemos suministrar a un rabanito que a un tomate. Partiendo de esta base debemos tomar ciertas precauciones dependiendo del estado de crecimiento de la planta, si está en flor o no, si tiene frutos carnosos o si la parte comestible de la misma es la hoja. También, desde Huertos Montemadrid le damos mucha importancia al suelo de nuestros huertos y es importante conocer bien con qué sustrato estamos trabajando para no desperdiciar agua. Lo mejor será tener un suelo franco, almohadillado, con posibilidad de tener materiales estructurantes que permitan almacenar agua y oxígeno, capas aislantes de paja para retener humedad y refractar el calor o incluso verdolaga que funcione como tapizante, haciendo la misma función que las anteriores pero a la vez siendo comestible.

Ya sabes que el producto fetiche del verano son los tomates y de estos sabemos que tienen una gran dependencia del agua comparado con el resto de los habitantes del huerto, pero también debemos saber que no solo por regar más tendremos más frutos sino todo lo contrario. Lo más probable es que se produzcan rajas en la piel del tomate o incluso lleguen a “explotar”. Cuando estén empezando a salir estos tomates tenemos que relajar el consumo de agua. Relegar el riego dos o tres días no va a suponer nada para la planta y sí para los frutos.

Como el agua es un bien finito de gran valor, no se puede regar con manguera continuamente, ni a cubos y, por supuesto, nada de regar las plantas por arriba, ya que el calor y el agua juntos pueden generar hongos. Para esto existen mangueras de riego por goteo que puedes controlar con una programación que suministran la cantidad de agua que necesitas exactamente.

 

 

La distribución de las plantas en el huerto también puede ser un factor determinante. Una buena asociación de los cultivos puede permitirnos aumentar los espacios de sombra entre las plantas y, a su vez, determinará más o menos evaporación entre ellas y una buena absorción de los elementos nutricionales del suelo.

En el huerto se pueden complementar plantas constantemente, así que si colocamos previamente los girasoles, el maíz u otras plantas altas, nos permitirá producir sombra a las plantas más pequeñas, que se suelen secar con mayor facilidad. Además, se pueden distribuir las plantas según su exigencia hídrica plantando juntas las que más agua necesitan y así no “ahogar” al resto con excesos.

Para los cultivos en mesa es el mismo funcionamiento pero es verdad que las condiciones del lugar a veces no nos permite simular un huerto abierto. Si te vas de vacaciones y nadie te puede ayudar, hay diferentes soluciones sostenibles para garantizar que tus plantas no se queden sin agua pero sin abusar de ella.

Empecemos con un buen sistema de riego y administrar unos geles hídricos que permitirán que tus plantas aguanten alrededor de una semana si los enterramos adecuadamente. También, existe el truco de la botella de agua con un pequeño agujero en el tapón que, bien enterrada, permitirá una buena hidratación durante algún tiempo.

 

 

Por otro lado, un buen acolchado con paja evitará de manera considerable la evaporación del agua y una cierta “semisombra” permitirá que aguanten los días más duros. También se pueden adquirir kits de auto-riego para terrazas, que se sujetan a la toma de agua de tu terraza y que distribuirá el agua en el sitio justo donde deseas.

Por último, cuidado con los platos llenos de agua debajo de las macetas porque pueden no ser efectivos y provocar enfermedades a las plantas, además, los cubre-macetas pueden retener en exceso el agua y pudrir las raíces sin que nos demos cuenta.

Todos estos consejos, llevados a cabo de manera correcta, pueden hacer que cuidemos nuestro huerto este verano de una manera sostenible, cuidando nuestra producción y al planeta.

¡Felices vacaciones y recuerda que el agua es un bien muy preciado!

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