¿Qué tal le está sentando la primavera a vuestros huertos urbanos? Estos meses se caracterizan por la floración de numerosas plantas y se trata de un momento de renacer de la naturaleza, ideal para comenzar a preparar el terreno de cara a la llegada del verano. Os contamos los pasos que debéis seguir y os damos algunos consejos para que recibáis el verano con la tranquilidad y satisfacción de saber que vuestros huertos urbanos están listos para la producción de las mejores cosechas.
Cómo preparar la tierra para el huerto
El frío y la lluvia de otoño e invierno hacen que la tierra se resienta y, a pesar de que utilicemos medidas de protección eficaces como los microtúneles, es inevitable que los cultivos sufran un desgaste de nutrientes. Por eso, es esencial volver a sembrar para poder contar con una tierra sana y rica.
Para una óptima preparación de la tierra hay que, en primer lugar, identificar el tipo de terreno sobre el que vamos a trabajar y conocer sus características para saber qué necesita. ¿Permite una rápida evacuación del agua o, por el contrario, la retiene? Sabremos qué tipo de tierra es a través del tacto, o humedeciéndola para ver cómo reacciona.
El siguiente paso será eliminar las malas hierbas que repercuten en la producción e invaden los terrenos, aprovechándose de los nutrientes que hay en el suelo, como las hierbas gramíneas, de hoja ancha y de césped. Además, estas plantas se dispersan fácilmente, arrastradas por el viento y otros elementos del clima, y producen muchas semillas. Para evitar que se conviertan en tu peor pesadilla te recomendamos eliminarlas de raíz, prescindiendo de químicos.
¡Seguimos!
Una vez hayamos dejado nuestros terrenos libres de maleza, procederemos a mullir, es decir, levantar y dar la vuelta a la tierra para que esté más blanda y esponjosa, y airear la tierra. Lo ideal es que la superficie no esté seca ni demasiado húmeda, cavar unos 20 o 25 centímetros y añadir fertilizantes naturales al suelo.
¡Y llega el momento de allanar el terreno! En este punto le daremos a la superficie un aspecto fino y una textura suave. Para ello, eliminaremos los terrones o conglomerados de tierra compactada que se hayan formado durante el paso anterior (si lo hemos realizado correctamente, no encontraremos muchos). Por último, enriqueceremos el suelo con más nutrientes y por fin tendríamos la tierra lista para el verano.
¿Qué os parece el proceso? Esperamos que obtengáis las mejores cosechas poniendo en práctica todos los consejos que os hemos dado en este post. Recordad que podéis visitar nuestros Huertos Montemadrid en el Centro Ponce de León; Calle de Eduardo Barreiros, 6, (no olvidéis consultar los horarios antes) y resolver todas vuestras dudas en directo o dejarnos vuestros mensajes aquí. ¡Gracias por leernos!
