La importancia de los sustratos en el huerto y en la vida

En la tierra donde cultivamos no sólo importa qué plantamos ni cómo lo plantamos, también es fundamental conocer bien cómo alimentamos nuestro huerto. Hoy queremos conversar con vosotros sobre los nutrientes que encontramos en nuestra tierra de labor. Conocer de qué está compuesta va a determinar el futuro de nuestras cosechas.

El primer paso para ello sería contactar con un laboratorio que recoja muestras de los diferentes niveles o capas de nuestro suelo, ya que en cada una de ellas se encontrarán características físicas y químicas distintas. Este análisis nos permitirá rectificar con coherencia todos los macronutrientes y micronutrientes que debemos equilibrar para obtener buenos resultados en nuestro huerto.

Una vez tengamos esta información, antes, durante y después de cada cosecha añadiremos distintos materiales sólidos y líquidos que nos ayudarán en nuestra labor. En el mercado podemos encontrar todo lo necesario para ello pero también hay otras formas más sostenibles con las que llegaremos al mismo objetivo. ¿Cuáles son? Por ejemplo, encontramos el compost. Se trata de un material hecho a base de nuestros propios “desperdicios” que nos servirán de acolchado para el terreno. Es una fuente rica en carbono y nitrógeno, a partir de otros minerales de gran importancia que son difíciles de conseguir individualmente, así como sus grandes cualidades microbianas.

El nitrógeno, el fósforo o el potasio son algunos de los elementos indispensables para la vida del huerto y, además, el zinc, el hierro, el boro, el calcio y los aminoácidos de diferentes clases conforman una mezcla de químicos que generan combinaciones muy apetecibles para nuestras plantas. Todos estos elementos los podemos conseguir de manera natural en nuestra propia huerta realizando ciertas labores culturales que se realizan desde hace siglos, aunque también podemos encontrarlos en nuestras tiendas de referencia.

Desde Huertos Montemadrid recomendamos aquellos que tengan un origen vegetal o animal, más que los que provengan de un origen sintetizado, ya que los residuos que originan se absorben con mayor celeridad y el tiempo de consumo de la hortaliza se conseguirá en menos tiempo.

Necesitamos comprender que el suelo es nuestro gran aliado y que sin él no podríamos comer, ni los árboles hincarían sus raíces, ni las lombrices descompondrían los restos orgánicos, ni el agua seguiría sus cauces… Un sin fin de interacciones que dependen directamente del mismo.

Por ello, es vital enseñar a los más pequeños, así como a gran parte de los adultos, la importancia y el valor que tiene el suelo que cultivamos. Con la deforestación acechándonos, el suelo degradado en grandes extensiones del país o una contaminación disparada, entre muchos otros atropellos, hacen que la agricultura sostenible sea cada vez más difícil de practicar. Es por estas razones por las que debemos ponernos manos a la obra en atajar estos problemas.

Así hacemos en Huertos Montemadrid, donde apostamos por el cultivo sostenible y el ocio verde, al tiempo que trabajamos en favor de la inclusión de personas con discapacidad. Los nutrientes del suelo son muy importantes pero igual lo son los nutrientes humanos. Esa fuerza de empuje que, al igual que nos lleva a destruir, nos lleva a regenerar espacios maravillosos. Nuestro nitrógeno es la ayuda mutua y el potasio es el amor hacia la tierra. Así que ya sabéis: mucho compost, mucho humus, unas dosis de aprendizaje y un poquito de pasión.

 

 

 

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