La naturaleza puede ayudarnos a devolver el equilibrio al Planeta pero la acción humana es imprescindible para que podamos lograrlo. Conectar con las raíces de la tierra nos recuerda que vivimos en sociedad y que mirar a nuestro alrededor nos permitirá conseguir un futuro más igualitario y responsable. En este camino, la agricultura urbana se presenta como una puerta hacia la transformación de las ciudades en busca de la sostenibilidad y la justicia social. En el primer post del año 2021 vamos a reflexionar sobre los beneficios sociales que puede aportar un huerto urbano y os animamos a que compartáis vuestros propios pensamientos con vuestros allegados o con nosotros.
Los huertos urbanos han marcado un papel fundamental en las épocas de crisis como la que vivimos actualmente. No sólo aportan alimento sino que, también, ayudan a mantener la esperanza, ofrecen serenidad a la mente, tranquilidad entre tanto caos, aire libre y felicidad al recibir nuevos brotes verdes. Son muchas las iniciativas ciudadanas e incluso políticas de ciudades de todo el mundo que han surgido en los últimos años con el fin de ayudar a los colectivos más vulnerables, al mismo tiempo que se promueve un sistema constructivo y colaborativo. Un ejemplo de ellas es la iniciativa Cooperative Gardens, que apuesta por construir comunidades más adaptativas y apoyar proyectos locales que trabajen por la alimentación sostenible.
En España, desde el año 2011, la horticultura política comenzó a crecer con fuerza en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla. ¿En qué consiste? Se trata de una serie de prácticas llevabas a cabo por la ciudadanía que tienen por objeto la transformación social a través de los huertos urbanos. Así pues, vemos cómo los beneficios de los huertos no se limitan solo a lo individual, sino que también ayudan a mejorar la cohesión social, difundir conocimientos sobre agricultura entre las distintas generaciones o replantear las relaciones urbanas y el significado del espacio público.
En sus inicios, la mayoría de los huertos urbanos de nuestras ciudades se crearon por movimientos sociales o asociaciones vecinales, que ocupaban solares vacíos y funcionaban al margen de las administraciones públicas, con el objetivo de crear un espacio de intercambio de ideas y la plantación de recursos alimenticios.
En la actualidad, los proyectos vecinales siguen teniendo fuerza en la transformación verde de las ciudades pero también realizan importantes labores distintas instituciones públicas, como el Programa Municipal de Huertos Urbanos de Madrid o los Huertos Ecológicos Urbanos de Vitoria-Gasteiz, e iniciativas privadas sin ánimo de lucro como el caso de nuestros Huertos Montemadrid, entre muchos otros.
Por supuesto, los huertos urbanos promueven prácticas más sostenibles, tal y como hemos hablado en varias ocasiones, ayudando a la conservación del medioambiente al mismo tiempo que disfrutamos de alimentos saludables y la satisfacción de llevarnos a la boca productos que hemos plantado nosotros mismos, mientras descendemos la tendencia del consumo masivo.
Además, desde Huertos Montemadrid fomentamos el empleo inclusivo, contando con un equipo compuesto por personas con discapacidad que se encargan de la formación y el asesoramiento necesario para el perfecto funcionamiento de los huertos.
¿Tú también quieres formar parte de la transformación agrícola? Anímate a visitarnos con cita previa y te recibiremos encantados manteniendo todas las medidas de seguridad necesarias. Y si prefieres crear tu propio huerto urbano en casa, te ofrecemos una serie de consejos para principiantes que te vendrán muy bien.
