El huerto en invierno: qué plantar, cómo cuidarlo y cómo nos cuida

Como ya se acerca el solsticio, hoy vamos a hablar sobre las verduras de invierno: cuáles son, cómo las cuidaremos, su valor nutricional y por qué son tan importantes en el rol del propio huerto. Y es que sólo quedan unos días para que llegue la estación más fría y debemos estar preparados; debemos plantar y sembrar todo —excepto los ajos— para que nuestras plantas sean lo mas grandes posible antes de que llegue el frío de verdad y ralentice su ciclo vegetativo.

Es fundamental que todas las coles estén plantadas y que, entre ellas, plantemos las lechugas, escarolas y acelgas, que iremos recogiendo durante todo el invierno. También debemos ocuparnos de las pequeñas plantas de hoja: rúcula, canónigo, tatsoi, mizuna, espinaca y komatsuna. Es conveniente que todas ellas estén crecidas para que no sufran las heladas. Por supuesto, también las habas y guisantes, motor de nitrógeno del huerto y referente en la rotación de los ciclos de verano-invierno. Y, claro, tenemos que acordarnos de las plantas de raíz que en esta época se desarrollan mejor: zanahorias, remolacha, rabanitos, nabos y colirrábanos vivirán en mejores condiciones que en el verano. Por último, cebollas, puerros y ajos, tres cultivos que también se pueden desarrollar en un invierno moderado. De hecho, podríamos considerar al ajo el rey del invierno, no sólo por sus múltiples servicios a nuestras recetas y nuestra salud, también por todo el bien que hace al resto de plantas del huerto.

Y ahora que ya hemos hablado de qué plantar en el huerto de invierno, vamos a ver cómo lo cuidamos. Partimos de la base de que son plantas de invierno y por tanto resistirán los embates del frío sin mucho problema, pero hay que tener claro que, si las cuidamos bien, la producción será mayor y el huerto estará más saludable.

En este aspecto, el túnel de cultivo es imprescindible para conseguir que las plantas no se ralenticen o se quemen con la escarcha de la madrugada. Hay que colocarlo, sobre todo, a las plantas de hoja y de raíz. A las coles, en principio, no haría falta, salvo que estén muy pequeñas por haberlas plantado tarde en el otoño.

Las habas y guisantes son caso aparte. Los guisantes necesitan de tutorado o sujeción para salir adelante y, si nuestro invierno se presenta muy crudo, siempre los podemos cubrir con manta térmica para evitar el hielo. Las habas no necesitan tutores pero, por su tamaño, no es posible meterlas en los túneles de las plantas de hoja, así que procuraremos darles el mismo abrigo que a los guisantes. Ojo: es la época de la ortiga, que crece rápidamente con las lluvias cálidas. Una vez cortada y preparada, tanto en fresco como en seco, es un buen fermento que hará las delicias del riego de nuestro huerto, ya que nos sirve como abono foliar, abono para la tierra y un excelente método preventivo contra los pulgones del invierno y la primavera.

Para terminar, nos gustaría señalar la importancia que tienen las hortalizas del huerto de invierno. Aparte de la gran cantidad de agua y fibra que nos aportan, es de destacar la gran cantidad de vitaminas y minerales que ofrecen a nuestra dieta. Las coles nos regalan antioxidantes y las leguminosas de invierno, proteínas vegetales. Es bueno tenerlo en cuenta, que se acerca la Navidad y los abusos, sobre todo de azúcar. Como sabéis, en Huertos Montemadrid apostamos por una dieta saludable rica en hortalizas y frutas también en nuestro querido invierno, estación de tranquilidad y sosiego en la huerta.

 

Felices fiestas.

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