El verano en Madrid puede llegar a ser duro. A los rigores del calor, se suman el tráfico y la contaminación de una ciudad saturada de asfalto y ladrillo. El año pasado por estas fechas toda la región superó los niveles permitidos de ozono troposférico, un gas contaminante que se forma especialmente en verano, marcando récords de contaminación preocupantes. Por eso, en Huertos Montemadrid queremos llamar la atención sobre la importancia de la presencia de los huertos urbanos como un valor al alza para hacer de nuestras ciudades un lugar mejor y más acogedor para vivir.
En todas las ciudades, grandes y pequeñas, proliferaron históricamente gran cantidad de huertos colindantes que les permitía abastecerse de verduras y frutas frescas. Pero a día de hoy, la expansión urbanística y el gran crecimiento social, han hecho desaparecer la práctica totalidad de huertos de la periferia. ¿Por qué?
Uno de los principales factores fue el cambio de los hábitos de consumo y alimentación de la sociedad contemporánea, así como la bajada de precios de los países productores a los países ricos consumidores, que los volvió económicamente insostenibles.
Otra razón es el contexto de migración del campo a la ciudad que propició el abandono de los campos y sus labores, mientras la masificación de las ciudades aumentaba y el trabajo de la agricultura se industrializaba casi al completo.
Pero con el paso de los años y la evolución de la sociedad moderna, muchas personas que habían venido del campo recordaban su juventud allí, las labores que realizaban junto a sus padres y abuelos, y lo que les aportaba todo aquello: el contacto con la tierra y el entender mejor las estaciones, el tiempo y la naturaleza…
De un tiempo a esta parte, el colectivo preocupado por este tipo de cuestiones empezó a demandar espacios donde poder desarrollar los saberes tradicionales de la tierra y practicar la agricultura ecológica. Y entonces comenzaron a surgir lo que hoy conocemos como huertos urbanos, que no son otra cosa que el resultado de un necesario retorno a las raíces y al contacto natural que la gran ciudad nos había hecho olvidar.
Hoy en día, huertos urbanos como nuestros Huertos Montemadrid se han convertido en indispensables espacios de colaboración y transmisión del conocimiento de la tierra entre distintas generaciones, así como de pedagogía medioambiental. También en zonas de disfrute de una actividad física y mental sanas más en contacto con la naturaleza que nos rodea, alejada del asfalto y la contaminación. Y, por supuesto, un lugar de abastecimiento de alimentos saludables y ecológicos.
Todos grandes motivos que han contribuido al desarrollo de los huertos urbanos como espacios verdes activos en los aportamos nuestro granito de arena para hacer de nuestras ciudades un lugar más acogedor en el que vivir. Un lugar mejor y más limpio.