¡Al rico tomate! Pasos para saber cómo plantarlo.

Es seguramente el rey de la huerta y, desde luego, no pasa desapercibido entre el resto de cultivos. Especialmente cuando sus vistosos y sabrosos frutos comienzan a aparecer y coger color. El tomate es un producto estrella en cualquier mesa y también en el bancal. Por eso queremos compartir con vosotros una pequeña guía de variedades y tareas imprescindibles para conseguir nuestra mejor cosecha de tomates.

©MIGUEL BERROCAL

¿Cómo lo plantamos?

El marco de plantación del tomate, cuando lo trasplantamos, tiene que ser como mínimo de 50cm entre plantas y entre filas, y es importante enterrarlo bastante del tronco para que sea muy estable en el futuro. Normalmente las dos primeras hojas que nos encontraremos más abajo deberíamos quitarlas y, a la vez, colocar los tutores que ayudarán a nuestra planta a crecer vigorosa.

La puesta de tutores puede ser muy diferente dependiendo de cómo situemos las plantas en nuestro huerto: se pueden poner en forma de tipi, en forma de tienda canadiense, en forma de jaula, en espaldera con tramos, en espalderas con cuerdas… Todas estas técnicas de tutorado permitirán que nuestras plantas de tomate puedan sostenerse perfectamente y contribuyen también a reducir los efectos de las posibles tormentas de verano que podrían tirar por la borda el trabajo de muchos meses.

También es imprescindible una buena poda de la planta, empezando por quitar esos primeros «chupones» que nacen entre tronco y ramas. Esto contribuirá a un mayor desarrollo de la planta y una mayor producción de tomates. Nunca deberíamos quitar el nacimiento de la planta (donde salen más hojas y flores) ya que ésta no le permitiría el crecimiento y se quedaría pequeña.

©MIGUEL BERROCAL

¿Cómo lo regamos?

En cuestión de riego, el tomate es una planta muy exigente por lo que deberíamos ser constantes con ello y no dejarla 4-5 días sin regar para luego, al día siguiente, encharcarla de agua. Esto nos traerá problemas como las rajas de los tomates, además de la posibilidad de que contraiga hongos. Un riego moderado día sí-día no es muy recomendable y habría que evitar las duchas de agua por encima de ella (siempre regar al pie de planta). Un buen acolchado con paja también es conveniente para estas plantas porque, con él, será capaz de atrapar esa humedad que en pleno verano es tan necesaria.

Como acompañantes del tomate, se podrían cultivar junto a sus matas plantas como la albahaca, la cebolla, lechuga, remolacha, que no van a competir con el tomate y que van generar beneficio mutuo, como sombra, humedad y otros factores alelopáticos.

©MIGUEL BERROCAL

¿Cuándo los recogemos?

Siguiendo estos consejos podemos obtener unos buenos tomates que podrán recogerse entre los meses de julio y octubre. Hay que recordar que un buen estado de maduración – por el color y el tacto – te permitirá cogerlos en el momento óptimo, aunque va siempre un poco a gusto del consumidor. Tampoco conviene olvidar que, al ser una planta muy exigente, unas dosis de compost, humus de lombriz, o algún abono ecológico siempre van a venir bien. Y, sobre todo, recordar que, si proceden de una buena rotación del cultivo anterior como una leguminosa (habas, guisantes), los tomates lo agradecerán.

 

Este año queremos celebrar una cata de tomate en nuestros #HuertosMontemadrid, en plena actividad de talleres familiares y de cuidados de la huerta de verano. ¡Estad atentos a nuestra web!

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