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Solo queda un mes para la primavera y ya se va notando cómo las temperaturas y las horas de sol aumentan mientras el huerto nos regala las primeras flores. Las habas, los guisantes y los albaricoques se van llenando poco a poco de un blanco inmaculado. La presión en el aire nos indica el cambio del ciclo y vemos cómo nuevas plantas, insectos y otros compañeros de la huerta nos piden paso poco a poco.
En pleno febrero, el amor comienza a fluir en el ambiente. Qué mejor regalo para nuestros familiares, pareja o amigos que una parcela en Huertos Montemadrid, un espacio donde nos importa mucho recuperar el contacto con la tierra, el suelo, los sonidos de los insectos y otros pequeños placeres primarios que olvidamos en la rutina diaria. Con estos espacios dentro de la propia ciudad, concretamente frente al Hospital Doce de Octubre, creamos un pequeño oasis de vida hortícola en medio del caos urbano para reconectar con la naturaleza.
Es el momento ideal para ponernos manos a la obra y preparar la huerta para todo lo que está por llegar, pues la mayoría de las plantas de otoño-invierno ya están terminando su ciclo de vida para que otro proceso empiece: el de las plantas de primavera. Para que crezcan sanas y poder preparar ensaladas deliciosas durante las próximas estaciones, lo primero que necesitamos preparar es el suelo.
Debemos comenzar acolchándolo, dándole oxígeno y nutriéndolo con materiales orgánicos como el compost, el humus de lombriz o el estiércol maduro, que permitirán recuperar los nutrientes y la estructura que necesitamos para nuestros nuevos cultivos. Una vez incorporados, alisaremos el terreno, rehaciendo los bancales y poniendo un riego por goteo ¡y ya estaremos listos para empezar a plantar la primavera! Si es la primera vez que lo haces, no debes preocuparte, en Huertos Montemadrid estamos preparados para asesorarte en todo lo que necesites y acompañarte y aconsejarte en cada fase del proceso.
Por ejemplo, este mes te recomendamos la resiembra de habas y tirabeques. También funcionarán de maravilla las cebollas, puerros y fresas, variedades de lechugas, espinacas, acelgas, rabanitos, remolachas y otras suculentas plantas. Por supuesto, y no menos importante, también podemos llenar nuestro huerto con flores y plantas auxiliares que nos van a ayudar a que el espacio fluya con colores diferentes y olores además de atraer a los insectos que van a conseguir polinizar nuestras plantas y ayudarnos a la salud vegetal del huerto en general.
Recuerda que los beneficios de este proyecto se destinan a sostener el Centro Ponce de León de Fundación Montemadrid, un referente en educación inclusiva e integración sociolaboral de personas con discapacidad.