Cómo ahorrar agua en nuestro huerto

Hoy es el Día Mundial del Agua y en Huertos Montemadrid queremos aprovechar para reflexionar sobre el agua como elemento esencial del desarrollo sostenible. Por eso, vamos a hablaros de cómo podemos ahorrar agua en nuestros espacios de cultivo.

Para empezar, debemos recordar que cada variedad de cultivos de nuestra huerta requiere unas dosis de agua distinta. Es importante conocer qué tipo de plantas tenemos y cuánta agua necesitan para desarrollarse correctamente. ¿Por qué? Porque no es lo mismo regar plantas de la familia de las solanáceas –como los tomates-, que de las liliáceas –como los ajos-, puesto que las primeras requieren más cantidad que las segundas.

Además, tenemos que saber también qué tipo de riego vamos a utilizar para nuestro huerto. El riego por goteo es un buen ejemplo de método de ahorro de agua. Al ser un riego selectivo, podemos colocar nuestras plantas alrededor del propio gotero sin malgastar agua, evitando evaporación y aprovechando sus propiedades al máximo. El riego por goteo nos permite ahorrar en nuestros bancales o incluso en nuestras macetas en casa.

Otra forma de ahorrar agua es plantar variedades autóctonas que están mejor adaptadas al clima regional. Eso permitirá que nuestra plantas, aclimatadas de generación en generación, soporten mejor los cambios de temperatura habituales de una ciudad como Madrid.

Una buena distribución y asociación de plantas también nos permitirá economizar agua. Si respetamos los marcos de plantación y asociamos plantas de porte muy pequeño con otras de porte mediano y alto conseguiremos menor evaporación y mejor eficiencia con respecto a la humedad que permanece en nuestro suelo. Por ejemplo: la milpa es una asociación de maíz, judías y calabaza que utilizaban los mesoamericanos y resultaba perfecta para el ahorro y el mejor aprovechamiento de nutrientes. ¿Por qué? Porque utilizando la calabaza como planta tapizante del suelo, esta ejercía de protector solar natural, creando una sombra adecuada para el crecimiento de la judía y el maíz.

Si tenemos espacio, también podremos reciclar el agua de lluvia utilizando algún tipo de bidón que nos permita retenerla para luego utilizarla como riego. Conviene recordar que el agua de lluvia es mucho mejor para nuestras plantas que, por ejemplo, el agua del grifo, pues contiene menos cantidad de cloro.

Hoy en día, además, existen técnicas de cultivo que utilizan la densidad de las plantaciones como método de economizar. Una mayor densidad de plantaciones por metro cuadrado crea una microclima que permite una menor evaporación de agua.

El agua, como sabemos, es vital para los seres vivos de este planeta y, además, es un bien limitado. Si conseguimos no envenenar nuestros ríos, respetar los bosques, y llevar una vida  más respetuosa con el medio ambiente, conseguiremos preservar el agua potable que nos queda. Juntos, podemos lograr un mundo más equilibrado, y cada gota importa. ¡Feliz día mundial del agua!

©MIGUEL BERROCAL

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