Planta tu huerto y autogestiona tus hortalizas en verano

Tradicionalmente, en estas fechas se plantan o se refuerzan aquellos cultivos que queremos recoger en verano. Desde abril hasta julio, muchos centran sus esfuerzos en hortalizas que puedan aguantar las temperaturas de la época estival peninsular, pero también que resulten frescas y agradables para la dieta mediterránea que tanto nos gusta.

Por eso, en Huertos Montemadrid hemos preferido no hablar de todos los cultivos que podemos encontrar en estas fecha y centrarnos en cómo plantar y gestionar dos de los más importantes en nuestra tierra: el tomate y las judías.

©MIGUEL BERROCAL

En lo que respecta las judías, se trata de una planta que podemos sembrar directamente desde abril a julio. Para hacerlo, enterraremos las semillas a poca profundidad (medio pulgar aproximadamente), en nuestros bancales, las cubriremos de tierra y las regaremos suavemente hasta que queden empapadas. Como todo en cuestiones de cultivo, tendremos que ser pacientes para ver los resultados: hasta los 10-15 días no tendremos los primeros brotes. Además, la judía es herbácea y trepadora, lo que significa que al cabo de otras dos o tres semanas tendremos que realizar una estructura con guías-tutores para que se vayan agarrando a esta y se desarrollen con facilidad.

El tutorado de su crecimiento es vital para la judía, así que lo haremos con cañas de bambú, varas de madera u otro material que podamos reutilizar y unir con cuerda para lograr cierta rigidez en la estructura. Con ella, acondicionaremos la planta entrelazándola constantemente con la misma. En dos meses desde su siembra deberíamos tener una cosecha de estas ricas leguminosas que, además de su buen sabor en la mesa, dejarán en nuestra tierra un aporte de nitrógeno extra.

Si hablamos de tomates, tenemos que ser igual de constantes que con nuestras judías y montar una estructura que permita soportar el peso de estas plantas que tendrán ramas poderosas y frutos de considerable volumen y peso. Para hacerlo tendremos que prepararlas atendiendo a su variedad: hay tomates rastreros, de mata baja y de mata alta y cada uno requiere una estructura diferente. Cuando los tomates tengan un tamaño de más de 30 cm, los acoplaremos al armazón que hayamos preparado y, una vez acoplados, tendremos que acordarnos de quitar las ramas más bajas y las axilas que aparecen entre rama y tallo.

Además, habrá que vigilar la aparición de posibles pulgones. Como prevención, una fumigación con un fermento de ajo a la semana de plantado vendrá estupendamente. Otro consejo: a la hora de plantar tomates, un puñado de humus facilita el desarrollo radicular. ¡Y que no se nos olvide poner nuestro tomate cerca de un gotero para suministrarle siempre agua con facilidad!

Y tú, ¿quieres plantar tus propias hortalizas en Huertos Montemadrid? Así lo hicieron los asistentes al taller que celebramos el pasado sábado 20 de mayo coincidiendo con el mercadillo solidario que organizó nuestro Centro Ponce de León.

 


 

 

 

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