Preparar el huerto en otoño: bancales y abonado

¡Ya es otoño! Hemos estrenado estación y de la misma forma que nos preparamos en casa sacando el jersey y los pantalones largos, tenemos que tener en cuenta algunos cambios importantes de cara a cuidar nuestro huerto.

Las tomateras, el maíz, los calabacines y los pepinos están dando sus últimas cosechas y es hora de centrar los esfuerzos en cultivar hortalizas de temporada, como la berenjena y los pimientos. En ese sentido, la rotación de cultivos es muy importante en la agricultura ecológica porque de ella dependerá la fertilidad de nuestra tierra. Una correcta rotación impedirá que se pierda el nivel de nutrientes y a la hora de retirar nuestras plantas de verano, podemos trocearlas para usarlas como compostaje. ¡En el huerto todo se puede aprovechar!

Cuando comiences a plantar las nuevas hortalizas es interesante que tengas en cuenta que en los bancales en los que hayas tenido plantas que necesitaban un alto nivel de nutrientes, como las de la familia de las solanáceas (patatas, pimientos, berenjenas étc.), es recomendable plantar cultivos que mejoren la fertilidad y exijan menos. En ese sentido, las habas y los guisantes son capaces de fijar el nitrógeno al suelo y los nabos pueden descompactar el suelo con sus raíces

A la hora de abonar el suelo hay varias postulaciones. Hay personas que son reacias a moverlo en profundidad para no exponer a las inclemencias del tiempo la capa fértil de tierra. Estas personas optan por añadir un buen compost para recuperar los nutrientes y emplean humus de lombriz, o cualquier otro estiércol, para mejorar la salud de los bancales sin profundizar en exceso. En el otro bando están los defensores de llevar a cabo un arado más profundo. Para ello, rompen los estratos existentes y añaden mejoras nutricionales orgánicas, no químicas, que les permiten recomponer sus bancales y dejar así lista la tierra para plantar la siguiente temporada. Ninguna de las dos formas es incorrecta. Ambas son válidas ya que suponen una mejora en nuestra tierra y en nuestras futuras plantaciones.

Independientemente de la opción que elijas, lo importante es planificar bien durante el verano qué vas a plantar en otoño, hacer rotaciones de cultivos, semillar tus plantas, añadir un buen compost y descompactar el terreno. Después solo tendrás que elegir plantas que se adapten bien al rigor del otoño-invierno madrileño. Ajos, guisantes, acelgas, espinacas, rábanos, berenjenas y repollos son una apuesta segura.

Si cumples todas estas indicaciones tendrás un suelo fértil y unas plantas más sanas y más fuertes. ¡Ahora manos a la tierra y a seguir “huerteando”!

 

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